Estaban los tomatitos...
Siempre les he atribuido a los sueños un carácter simbólico más que profético (como José el soñador, tan despreciado por los entendidos en teatro). De niño las pesadillas podían impresionarme mucho y no superaba le horror hasta que las primeras caricaturas de la mañana me hacían olvidarlas. Pero la noche de ayer tuve la peor de mi vida... Me acusaban injustamente de robarme una mochila roja en una tienda y me armaban un juicio tipo cuento de Kafka presidido por un grupo de fanáticos, onda secta secreta derechista. Uno de ellos, gordo y grandote era mi amigo, pero era más fiel a su secta que a mi. El "fiscal" era elocuente y convenció a todos de que yo debía morir para lavar mi crimen, que de pronto se había convertido en alguna retorcida variedad de escándalo religioso. Tana (mi hermana) y el Viejo (mi primo) miraban impotentes. Acepté con docildad mi condena y coloqué mi cabeza en la tabla para que me decapitaran, sólo esperaba que fuera de un solo tajo y sin dolor. Mi ex-amigo el gordo ejecutó la sentencia con lágrimas en los ojos, pero el pendejo no me decapitó al primer tajo, sino hasta el cuarto o quinto (el dolor tan increíble!!).
Corte a... estoy en un coche con mis padres y con Tana, voy en el asiento de atras y estoy vivo, sólo que no tengo cabeza, hay un muñon sangriento donde termina mi cuello. No es tan malo no tener cabeza, es como ser ciego y sin poder hablar. Mis padres dicen cosas estúpidas como "Qué muchachos tan agesivos!". Corte a...
Estoy en mi casa con el Viejo y lo que más lamento de mi situación acéfala es no poder volver a leer jamás. Le digo al Viejo (con señas) que me sorprende seguir vivo a pesar de no tener cabeza, entonces me revela una terrible verdad... sólo estaré vivo hasta que la sangre siga circulando por mi cuerpo, pero cuando llegué a la zona de la cabeza moriré. Entonces entro en crisis y se suceden sentimientos muy intensos: Primero me arrepiento de no haber peleado contra los que me decapitaron, debí haber pateado , mordido y golpeado como bestia para salvarme y deseo con toda mi alma regresar a ese momento. Y el Viejo me apoya "Si, les hubieramos partido la madre!!". Luego quiero venganza, sobre todo contra el gordo hijo de puta traidor y pienso en convertirme en fantasma para darle el susto de su vida (siento un odio que jamás he experimentado estando despierto), que se arrepienta el bastardo de haber preferido a su pinche secta. y luego me aterro ¡¡¡¡No me quiero morir!!!, tengo tantas cosas que hacer...taan triste y aterrado.
Corte a... me despierto y hago una prueba táctil... "¡¡Tengo cabeza!! eeeehhhhhhh!! Nunca había sido tan feliz... pero me entra un delirio estúpido. Voy a la sala y estoy seguro de que el sueño fue premonición de algo terrible... moriré hoy mismo... seguro eso es... luego me acuerdo de que los sueños son símbolos y pienso que puede ser otra cosa... me correrán del trabajo... algún cambio radical. Muerte y renacimiento. Estoy convencido de que algo me pasará si salgo... Mi primer impulso es llamar a Harumi para decirle que la quiero, por si no la vuelvo a ver... pero creo que sólo la preocuparía. Juan ya se fue al trabajo... Me calmo y me acuerdo que ayer vi Sin City... nunca creí que fuera tan suceptible a las decapitaciones cinematográficas. Mando al diablo la pesadilla y vengo a Tolosia convencido de que sólo fue un ajuste de cuentas subconciente y no implica que pasará algo. Si tengo razón, los veré luego. Si no, fue un placer...