lunes, agosto 28, 2006

Quirón



De pronto todo fue dolor. Convergía en un punto de sus cuartos traseros. Dejó que sus patas cedieran y cayó pesadamente. Aplastó un asfódelo y algunas setas. Palpó la felcha y trató de arrancarla o romperla. Fue como si estuviera hendida en mármol. Sintió el veneno intrusivo en las venas y supo que iba a morir. Pensó con rabia en la ironía que entrañaba que él, siendo quién era, cayera asaeteado. Entonces advirtió el rostro preocupado y honesto que se aproximaba. También notó el arco. Toda su vida había reprimido el impulso bestial de su naturaleza, pero esta vez lo dejó libre para odiar como nunca más.

Hércules...el imbécil.

jueves, agosto 24, 2006

Demasiado humano


lunes, agosto 21, 2006

Domenica
Altra volta

Se impone con inconsistencia incómoda. Es como la obligación de comerse un balde de puré de manzana a 40 grados de temperatura. Sólo quieres que se acabe. También embota el entendimiento.
Don Hegel se tropieza con su eurocentrismo y cae sobre el puré de manzana. Trata de levantarse, se resbala, masculla improperios en alemán y hace gestos de amenaza. A ver como te saca de esto tu dialéctica. Maricón racista.
No es un día, solo es nada. Abrir una lata de nada y comérsela. Pero sigue y a veces te habla.La oyes por abajo (por encima) de los paliativos/instrumentos del tedio.

Sabes que se acabó cuando las cosas empiezan a recuperar el sentido y hasta te sientes un poco mal por haberle dicho marica al bueno de Georg Wilhelm.

miércoles, agosto 16, 2006

Bendigeidfran


El mar de Irlanda hervía con su furia. Una montaña de sombra ganaba terreno sobre la isla con cada uno de sus pasos submarinos. Ese día hubo tres soles en las alturas. Esa tarde, el cielo del norte fue rojo. Los de las atalayas gritaron que los árboles habían arrancado sus raíces y caminaban sobre el agua. Desde la torre silenciosa, Branwen sonrió.

Antes de la batalla, se dio tiempo para liberar a los peces cautivos en los rulos de su vello púbico.

Arte: Francisco de Goya

viernes, agosto 11, 2006

Sórdido
a la distancia


No salgas de noche, si sales, te matan.
No, a ese barrio ni se te ocurra meterte.
No mires a la gente a los ojos en el metro... ve rápido por la calle y no hagas caso si alguien te llama.
Las caras son impuras, groseras y grasientas, los ojos hostiles, las manos gruesas y callosas, los mendigos asaltantes, los comerciantes ladrones, las calles, sucias y resbalosas. La puta de la esquina es un hombre y guarda un cuchillo en las medias.
No ayudes a los caídos. No comas en los puestos de la calle, no escuches a los profetas desquiciados de Marx o de Jesucristo. Y nunca, nunca, acudas a la policía.

Juguemos a vivir en el apocalipsis. Gritemos que la ciudad está condenada y tal vez por ahí le avienten un castigo bíblico. Construyamos discursos basándonos en los titulares del Alarma y sintámonos interesantes porque nos hemos acostumbrado (incluso nos gusta) a transitar por un infierno demasiado ridículo y sucio como para ser trágico.

Lo lindo es aburrido y no vende.
Inspiración
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Pegarse un tiro por amor después de leer Werther.

Ir en micro ideando maneras extravagantes de hacer feliz a la gente, como Amelié Poulain.

Seguir el flujo de adrenalina y testosterona vertido en Fight Club y liarse a golpes con un desconocido afuera del cine.

lunes, agosto 07, 2006

De cordilleras


El sonido ("cranch", "cranch", "cranch") que acompaña los pasos y silencio absoluto en las pausas. Frío vital y montañas desdeñosas. Casi quiero que salgan los cóndores para reventar con nieve petrificada sus cabezas rojas y feas (se ganaron mi odio decorando pesadillas).
"Navegado", muchos Beatles y rock vasco. Las caras se deforman un poco atrás del fuego de las velas. Una de esas borracheras que adormecen y sueltan la lengua.

Si Chile se destruye de repente, podríamos ir a Argentina.