domingo, febrero 11, 2007

Dryxamble Znort

Perdió la capacidad de escribir con claridad. Fue tan gradual... Empezó como pretensión de gambetear a los lugares comunes, como el Cabrito Arellano en el Mundial del 98, pero fueron tantos que acabó siendo imposible. Pero había que buscar resquicios, aún a costa de la incomunicación y consiguiente soledad. Medio funcionó por un rato, nunca del todo, porque siempre estaba la frase en un libro, un comic, una revista de variedades o una página web, y sentía un placer misterioso cuando descubría que las palabras recién tecleadas acababan de formarla de nuevo. Entonces se sentía importante y presumía ante sus compañeras frases el nuevo lugar que ocupaba en la jerarquía frasil que algunos llaman lenguaje. Sucias bastardas.

Había que seguir, pues, aún con el mensaje distorsionado y la legión de interpretaciones. Entonces le dijeron "críptico" y se sintió chido.

Hasta que lo contrataron para escribir manuales.

viernes, febrero 09, 2007

Ruina




No es que le falte aceite en las articulaciones, la marioneta tiene fallas de origen y cruje como graznido de cuervo cada vez que se mueve (craac, craac). Parece que está cada vez más aruinada y no podría ser de otro modo. Es mi culpa, pero también del frío y especialmente de Naruto. La ruina es un ninja rubio y escandaloso. No es nada excepcional, pero me divierte mucho y a veces me conmueve. Aunque la estructura de la serie es convencional y están todos los clichés desde Saint Seiya (y antes) para acá (entrenar-mucho-para-ser-el-mejor, energía-interna-incontrolable-crece-cuando-se-enoja-y-proteje-amigos, música-cursi-y-lágrimas-amargas), es muy calabaza y los personajes están chidos.

La ansiedad terrible de quedarse sin saber qué pasará, bajar más capítulos, más. (Oh, el Hokage que muere, nooooo, no podrán con Gaara, ahhhh, el zorro, la rana gigante, Sakura chan tan inútil, Sasuke mamón, Naruto pendejo ).

Lo malo es que tendría que hacer cosas, un proyecto de tesis de maestría, por ejemplo. Pero el de stand by sabe ser un estado razonablemente llevadero cuando piensas que es transitorio (y oh, lo es).

Mientras, se acumula la herrumbre y la marioneta pronto se quedará sin brazos. Pobre.
Se creía un niño de verdad.