Viaje Pakistaní
Los viajes con el Pakis siempre tienen algo de iniciático. Generalmente les atribuye un propósito determinado (olvido, reflexión, descanso...) y es minucioso en los preparativos, garantía de que no dormiremos en alguna terminal de camiones o en una banqueta. Como Pakis siempre representa la parte apolinea no me quedará más remedio que asumir la dionisiaca, a falta de Alex para hacer contrapeso. De entrada Morelia no suena como un destino de lo más prometedor, pero este pequeño viaje servirá como premonición para uno epopeyico y larguísimo cuando tenga algunos meses libres, sea por que me corran del trabajo, la compañía quiebre o me harte y los mande al diablo. Del estilo del servicio a San Cris o el recorrido europeo con Juan y María, pero más largo y tal vez más precario..., como el Che recorriendo Sudamérica, mi abuelo probando suerte en Los Angeles de principios de siglo o Masayoshi Ishibashi cruzando el Pacífico sin hablar una palabra de español... pero por lo pronto a Morelia con Pakis, un tío en constanste búsqueda espiritual y ecléctico en los caminos elegidos, con vocación de monje zen interrumpida por deseos, pacifísta pero jodón, fanático de películas de zombies y amigo como pocos.
Los viajes con el Pakis siempre tienen algo de iniciático. Generalmente les atribuye un propósito determinado (olvido, reflexión, descanso...) y es minucioso en los preparativos, garantía de que no dormiremos en alguna terminal de camiones o en una banqueta. Como Pakis siempre representa la parte apolinea no me quedará más remedio que asumir la dionisiaca, a falta de Alex para hacer contrapeso. De entrada Morelia no suena como un destino de lo más prometedor, pero este pequeño viaje servirá como premonición para uno epopeyico y larguísimo cuando tenga algunos meses libres, sea por que me corran del trabajo, la compañía quiebre o me harte y los mande al diablo. Del estilo del servicio a San Cris o el recorrido europeo con Juan y María, pero más largo y tal vez más precario..., como el Che recorriendo Sudamérica, mi abuelo probando suerte en Los Angeles de principios de siglo o Masayoshi Ishibashi cruzando el Pacífico sin hablar una palabra de español... pero por lo pronto a Morelia con Pakis, un tío en constanste búsqueda espiritual y ecléctico en los caminos elegidos, con vocación de monje zen interrumpida por deseos, pacifísta pero jodón, fanático de películas de zombies y amigo como pocos.
1 Comments:
HURGO creo fervientemente que el Xun y tu servilleta necesitamos huir un rato, huir de nuestra realidad burocrática-amorosa-desepleadesca-citadina. Destino incierto, presupuesto aun más incierto y convicción clara. Esperemos pues a que las bombas laborales o afectivas estallen, esa será la señal... y como digo en mi blog; PROXIMA ESTACIÓN: ESPERANZA!!!!
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