¿Qué sabes de cordillera...?"Tierra a manera de una vaina de espada, angosta y larga, tiene por una parte la mar del sur y por la otra, la cordillera nevada que lo va prolongando todo él."
-Alonso de Góngora Marmolejo-
Nadie sabe de dónde viene el nombre. Tal vez de que algunos indios del Perú que venían con Diego de Almagro dijeron "ancha chire" y eso podía interpretarse en español como "gran frío", pero tal vez no. A la expedición de Almagro le fue del carajo, cruzaron por la cordillera de los Andes; los dedos y las narices se les congelaban por el frío, los caballos se rompían las patas en los bordes escarpados y españoles, negros e indios quedaban tendidos y congelados, con barbas de escarcha. Por eso tuvo fama de agreste, incivilizado y helado en el s. XVI.
Mi teoría, idiota pero no la más, es que algún inglés supo de la fama de congelado de las nuevas tierras descubiertas por exploradores españoles y comentó algo como "Those lands must be bloody chilly" (en su equivalente del inglés del XVI). Tal vez un cartógrafo lo oyó y así quedó en algún documento. Y los españoles, con su particular facilidad para torcer palabras que les son extrañas, lo dejaron en "Chile".
Chilito, Shile (agarras), el del origen poético, la gran hazaña conquistadora, sus Lautaros, Valdivias y Caupolicanes. El de los valientes, los que se imponen por la razón o por la fuerza. El alumno aplicado, ensimismado y engreído. El de la dictadura, la disidencia, el exilio, la vuelta y las heridas recientes. El de atmosfera de humo de asado.
Santiago, las calles que fueron inmediatez y la cordillera silenciosa. La maldición del Nacional y la tristeza inconsolable de los albos. Chumangas, chilotes, chicha, anticuchos, chunchos, chupayas e, impensadamente, chibchas. El rock, la nieve, el mar helado, la banda que acabó siendo tan querida y esa niña con aire venadil.
La orilla del mundo, mi querida punta de la chingada.