Cosas
Es uno de esos insomnios burlones que de pronto se disfrazan de sed para que te levantes, tomes agua y descubras que no era eso. Pero ya te levantaste y no hay nada peor que imaginarse de vuelta en la cama cercado de pensamientos masoquistas: los de aquí, los de allá, lo que me perdí y de la que me salvé, las cosas que ya son irremediablemente yo y las que no y nunca, pero bueno.
Eras un atardecer rosa en la plaza de la catedral en San Cristobal, a mi me gustaba esa catedral por el diseño intrincado de su cielo raso de madera.
El camino estaba tapizado de mierda, pero casi todo era lomitas verdes, como donde estaban los borregos junto a un cuadro con un arroyo y un cielo gris y era la belleza misma, a pesar de...
Creo que estaba lloviendo un poco, pero no importaba porque a esas alturas el frío ya no se sentía y tampoco el intercambio de golpes más o menos amistosos. Al día siguiente me sangraba el labio y creo que no fuiste a trabajar.
Omar Bravo falló el penal, gran pendejo.
Cuando volvimos al mercado artesanal para comprar la ardilla muerta, ya no estaba, pero llevé un morral y una camiseta de River.
NO me despiertes solo porque tienes pesadillas con zombies.
Perdóname por ser una mala persona.
Hoy no me tornaré violento, porque va a ser navidad.
En Paraguay tampoco tienen mar, y están regio.
La risa como un síntoma de enfermedad mental, alguien que me detenga o que se preocupe un poco cuando voy a caerme de la silla. Antes funcionaba acordarse de cierto evento triste, pero ya casi no.
Oh...Epinesh.
Es uno de esos insomnios burlones que de pronto se disfrazan de sed para que te levantes, tomes agua y descubras que no era eso. Pero ya te levantaste y no hay nada peor que imaginarse de vuelta en la cama cercado de pensamientos masoquistas: los de aquí, los de allá, lo que me perdí y de la que me salvé, las cosas que ya son irremediablemente yo y las que no y nunca, pero bueno.
Eras un atardecer rosa en la plaza de la catedral en San Cristobal, a mi me gustaba esa catedral por el diseño intrincado de su cielo raso de madera.
El camino estaba tapizado de mierda, pero casi todo era lomitas verdes, como donde estaban los borregos junto a un cuadro con un arroyo y un cielo gris y era la belleza misma, a pesar de...
Creo que estaba lloviendo un poco, pero no importaba porque a esas alturas el frío ya no se sentía y tampoco el intercambio de golpes más o menos amistosos. Al día siguiente me sangraba el labio y creo que no fuiste a trabajar.
Omar Bravo falló el penal, gran pendejo.
Cuando volvimos al mercado artesanal para comprar la ardilla muerta, ya no estaba, pero llevé un morral y una camiseta de River.
NO me despiertes solo porque tienes pesadillas con zombies.
Perdóname por ser una mala persona.
Hoy no me tornaré violento, porque va a ser navidad.
En Paraguay tampoco tienen mar, y están regio.
La risa como un síntoma de enfermedad mental, alguien que me detenga o que se preocupe un poco cuando voy a caerme de la silla. Antes funcionaba acordarse de cierto evento triste, pero ya casi no.
Oh...Epinesh.
8 Comments:
"Antes funcionaba acordarse de cierto evento triste, pero ya casi no"
aaaaaaaaaaaaaaaaah
Señor Hugo... aquella vez recuerdo que ya estabas despierto cuando te comencé a platicar... supongo que habrá nuevamente tiempo para discutirlo con calma... un abrazo mi querido Huguito que estés muy bien... (El PaKo)
te haría sangrar de nuevo si sigues de sentimental!
un abrazo muy grande huguiño.
obvio... paraguay no tiene mar... y siempre han estado regio!... cero problema ellos con sus vecinos!
viva paraguay!
besos.
hola!
marcela paz
huguito .... no sé, ayer pensaba que se le extraña más de la cuenta... desgraciado
Yo también te extraño Huguito y te quiero. Cuídate mucho!!!
Malidit simi por siempre
a ver a ver
el club de anti-fans (fundado y conformado sólo por mi, es triste) exige un nuevo post
pero ya!
abracitos :)
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