miércoles, febrero 22, 2006

Sub



Los guerrilleros bajan por la colina y buscan espacios seguros para parapetarse y disparar. Llevan uniforme de camuflaje rosa y morado. Por encima de las ráfagas de las ametralladoras se escucha un motor potente. Entonces aparece el jeep rosa. Se detiene en la cima y te bajas con la desenvoltura de una fashion queen guerrillera. Gritas órdenes, dueña de la situación y avientas tu boina (igual a la del Che Guevara, pero rosa por supuesto) para que el viento haga ondear tu pelo mientras presides tu revolución de chocolate.

Te imagino de blanco, caminando a través de un pasillo de solemnidad (de blanco, tú que eres tan pura como agua de un estanco del río Lerma). Disfrutas el momento, porque siempre has sabido disfrutar los momentos, y también porque tienes esa faceta de princesita que quiere su historia de amor eterno y definitivo. No te desearé la paz del "vivieron felices para siempre" porque se que lo tuyo son las pasiones desbordantes, los fondos turbios, llantos incontrolables y felicidades intensas, escandalosas e irracionales. Traeras luz y aprenderás a disfrutarlo, a tu modo y a su tiempo.

La revolución puede esperar.

2 Comments:

Blogger hetsah said...

:)
es un lindisimo regalo de b
y un gesto de parte de vuestra cerdil majestad

4:06 p.m.  
Blogger La Lejana said...

ME DEJAS SIN PALABRAS..
Caminaré el pasillo pero no me detendré ahí.. es sólo un paso más para el camino del Sur (que tu haz empezado, y yo sin duda, continuaré, cuando llegue la obscuridad de nuevo a mi vida).
Muchas veces tu silencio me dejaba sin palabras, hasta que me acerqué a tu boca para escucharte mejor (quitar el sentido erótico), escuché tus secretos... y ahora leo tus palabras, que como siempre, me dejan en silencio.
Te quiero, como una vez te dije, te quiero en verdad mucho.

10:27 p.m.  

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