viernes, enero 06, 2006

Dos lugares





Llego temprano. Me descubro rodeado de esos cuadros siempre un poco pretenciosos con algo de erótico, surreal y "étnico". Las velas se derriten en botellas de tinto. Pido una dos equis ámbar (hábito adquirido en San Cristobal). Una rubia y un perro cruzan el bar, poco después pasan otra rubia y otro perro (las rubias con perros deben ser lo último en decoración de bares).
Xun y Aldo se van al sur. Esta noche los despedimos.

Reconozco unos ojos verdes en la mesa del fondo, son de Daniela, compañera de los días chiapanecos. Poco después entra Emiliano Mastache, poseedor de la lengua más aguda que he conocido.

Daniela, Jimena y Emiliano: los literatos, siempre tan intensos y fascinantes. Recuerdos de las colinas verdes de Chanal, los caminos tapizados de mierda y los cerdos famélicos y sucios que andaban libremente por las escuelas. Valeria, dueña de la situación, dominando el salón desde el frente, los niños que no entienden y se rien de nosotros, el maestro indolente y el bueno, los haiku maravillosos, los dibujos de cronopios, famas y esperanzas, las niñas apenadas que prefieren taparse con el rebozo antes de sostenerme la mirada. Basura que se metamorfosea en insectos, la abeja haragana, conejos, Alephs, cienpiés, Orfeo, la luna y el rey Gilgamesh.

1 Comments:

Blogger hetsah said...

alguien apenado por hugo?
jajaja (mentiritas)
muy bien, muy ben
encuentros, reencuentros, que màs quieres?
abrazos

10:33 a.m.  

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