lunes, agosto 01, 2005

Adicciones

Creo que tengo poder de decisión, pero no es así. No quiero quererla, pero la quiero y creo que hasta la necesito. Por suerte, aunque está cada vez más desprestigiada, es legal y eso me quita de inmediato cualquier etiqueta de junkie. Y... (no nos engañemos) si quiero dejarla no es porque sea producto de una gigantesca corporación gabacha explotadora yankee capitalista salvaje y demás clichés marxistoides. La verdad es que no creo que sea sano tener adentro litros y litros de líquido negro y gaseoso con fama de disolver dientes si se dejan flotando en él por algún tiempo. Y me molesta siempre querer una, no tener el control, saber que soy suyo... nada de agua de jamaica, nada de café... a las 6:00 de la tarde en el trabajo esperando el partido de la noche... la necesito. Y es taaaaaaaan deliciosa...

7 Comments:

Blogger aitmanga said...

Soy de esas pocas personas que sienten algo de repulsión por esa bebida gaseosa de color negro.

Pero no puedo negar que el estar cerca de una pantalla [De cualquier tipo] puede resultar peligroso para el resto de mis actividades diarias.

10:56 p.m.  
Blogger Xun said...

ya ni me digas de la chela!

10:06 a.m.  
Blogger azm said...

Puedes hacer un sutil cambio hacia el jarrito pintoresco de piña, igualmente bizarro que las aguas negras del imperialismo yankee

10:53 a.m.  
Blogger Jorge Darío said...

O los tacos al pastor...

10:15 p.m.  
Blogger MariK said...

o puedes enfermar y quedar condenado a no disfrutarla más, ni ella ni nada que contenga azúcar...
pero pensando, es cierto... hay cosas que es difícil disociarlas de otras... para entenderme chequen mi blog...

6:53 p.m.  
Blogger theMKöpkeBlog said...

jajaja! y hoy nos venias comentando al benja y a mi que nunca podras dejarla

9:36 p.m.  
Blogger Alex García said...

padezco del mismo mal. lo substituí por agua mineral.

1:39 a.m.  

Publicar un comentario

<< Home