martes, octubre 31, 2006

De bandas

Es difícil no hacer comparaciones (Veo en la biblioteca de Filosofía y Humanidades a una niña que se parece a Marikita, si Marikita fuera hippie y un poco más alta, que ya es decir). Prefiero no pensar que soy camaleónico.
No soy. Es mejor decir que puedo adaptarme a circunstancias sin dejar de cargar mis lastres.

Lo que pasa entonces es que estás, pero no te entusiasmas mucho y te sientes un poco, solo un poco, descontextualizado. Y por oposición sabes como eres y entiendes porqué. La insalvable diferencia entre las canciones izquierdistas, la fogata y la playa y el maratón del terror con el marqués y la banda. Y no se trata de superioridad moral, o basura parecida. Son circunstancias.

Crecieron alimentándose de izquierda, cuando sus padres exiliados en Francia... o desde la resistencia en Santiago, que sé yo, con reuniones de partido comunista en casa y con el MIR y la UP siendo tan familiares como la tía Cecilia o el tío Miguel. El viejo de alguno está desaparecido. No veían caricaturas (monitos) porque en Chiloé solo había un canal y era del gobierno, así que sus viejos lo prohibían. Leían a Galeano, o cosas así, mientras yo descifraba comics de los X-Men en inglés. La diferencia entre aprender sobre la injusticia social y mamarla desde chico.

Me exaspera la exactitud de sus coordenadas políticas, sus izquierdas heroicas y derechas de cuicos despreciables. Me da un poco de envidia su convicción, pero a fin de cuentas me quedo con lo que soy. No tengo de otra.

Extrañé las hordas de zombies y los gritos de la rubia que huía de Leatherface. Lo que sucedió fue cierto... pero sólo a mi me importa.

sábado, octubre 14, 2006

Cosas

Es uno de esos insomnios burlones que de pronto se disfrazan de sed para que te levantes, tomes agua y descubras que no era eso. Pero ya te levantaste y no hay nada peor que imaginarse de vuelta en la cama cercado de pensamientos masoquistas: los de aquí, los de allá, lo que me perdí y de la que me salvé, las cosas que ya son irremediablemente yo y las que no y nunca, pero bueno.

Eras un atardecer rosa en la plaza de la catedral en San Cristobal, a mi me gustaba esa catedral por el diseño intrincado de su cielo raso de madera.

El camino estaba tapizado de mierda, pero casi todo era lomitas verdes, como donde estaban los borregos junto a un cuadro con un arroyo y un cielo gris y era la belleza misma, a pesar de...

Creo que estaba lloviendo un poco, pero no importaba porque a esas alturas el frío ya no se sentía y tampoco el intercambio de golpes más o menos amistosos. Al día siguiente me sangraba el labio y creo que no fuiste a trabajar.

Omar Bravo falló el penal, gran pendejo.

Cuando volvimos al mercado artesanal para comprar la ardilla muerta, ya no estaba, pero llevé un morral y una camiseta de River.

NO me despiertes solo porque tienes pesadillas con zombies.

Perdóname por ser una mala persona.

Hoy no me tornaré violento, porque va a ser navidad.

En Paraguay tampoco tienen mar, y están regio.

La risa como un síntoma de enfermedad mental, alguien que me detenga o que se preocupe un poco cuando voy a caerme de la silla. Antes funcionaba acordarse de cierto evento triste, pero ya casi no.

Oh...Epinesh.

martes, octubre 10, 2006

Episodios



Hasta ahora, el oriente era un bamboleo constante y vomitar por la borda. Eso y leguas y leguas de mar. El Almirante revisaba mapas y confundía cualquier marca en el horizonte con la costa de Cipango... Cipango y sus perlas perfectas. Más allá, las ricas ciudades de Manghi y el Gran Kahn que vio Marco Polo. No lejos de las Indias, corría el río vastísimo de agua dulce que nacía en el Paraíso Terrenal. Martellus pensaba que en algún lugar al norte del Sinus Magnus estaba el gran reino cristiano de oriente, cercado por infieles y tal vez por hordas de hombres monstruosos y deformes. Descubiertas las rutas orientales, se abrían los caminos para las ciudades encantadas que fundaron los siete obispos portugueses que salieron de Iberia cuando los moros entraron a España. La Fons Juventis de Mandeville podía esta en alguna de ellas. Todo está en los libros, los mapas y la infinita memoria de Dios. Por ahora, mar. Leguas y leguas de mar.

El buen fraile dijo a Atahualpa que venía a enseñarles la verdadera fe a él y a su pueblo, para que pudieran adorar al verdadero Dios, porque así lo decía el libro. Dijo entonces el Inca que le diera el libro para que se lo dijera él mismo. Pasó las hojas y el libro no habló ni le dijo las cosas que aseguraba el fraile. Iracundo, lo arrojó desde su trono con gran majestad el Inca Atahualpa. O así lo cuenta Guamán Poma.

viernes, octubre 06, 2006

Una interpretación de la lengua chilena (1)




anticuchos:

(Del gr. ἀντι-).

1. Opuestos a Cucho. Secta articulada en torno al repudio a Cucho, gato rosa de habla entrecortada al estilo yucateco, colaborador del afamado Don Gato. Se especula que la secta basa su odio en una acusación de falseo de título nobiliario, a raíz de que el aludido se hizo llamar durante algún tiempo "Conde Cucho".

chucha, la:

1. Doña Jesusa, también conocida como "la cresta". Mujer de edad desconocida que suele incurrir en excesos de diversa índole y a niveles inalcanzables. En muchos casos las personas aluden a ella como elemento comparativo. No son pocos los que aseguran haberla superado, con expresiones como "estoy más curado que la chucha" o "me duele más que la cresta", pero tales afirmaciones no son más que exageraciones o jactancias. Nadie se cura más que la chucha.